Debido a la escasez en las ventas de viviendas que se vienen registrando especialmente desde verano del 2007, y a las escasas perspectivas de cambios en el sector a corto y medio plazo, son muchas las promotoras e inmobiliarias las que han tenido que poner a punto sus mejores armas y afinar el ingenio para no sucumbir al desinterés de los compradores.
En el caso de internet, la situación no es muy diferente, ya que se constata que aquellos vendedores que no maximizan las herramientas multimedia (videos fotos) a la hora de poner sus anuncios tardan muchísimo más tiempo en desprenderse de sus pisos que los que si las utilizan.
Pero especialmente los que más están acusando el cambio de ciclo son todas aquellas inmobiliarias y promotores que operan en la costa, por lo que se están viendo más obligadas a agudizar el ingenio.
Últimamente parece que todo vale con tal de vender una vivienda y se ofrecen sin reparos suculosos descuentos sobre el precio final de venta, cheque regalos en la compra de pisos de nuevas promoción, viajes con estancias en hoteles de lujo, electrodomésticos de todo tipo y un sin fin de toda suerte de ganchos con tal de que nos vallamos satisfechos.
Ahora parece que toca desempolvar algunos conceptos que se encontraban olvidados en los cajones y estanterías desde hace más de 10 años como los de tratar de colocar precios con márgenes muy ajustados.
Que ironía verdad, con la prepotencia con la que han contado durante tantos años. Muchos de ellos esto es algo que no deja de atragantársele, ya que han empezado en el negocio justo en estos diez años y no han conocido otra cosa que la vorágine de las ventas.
Ventas que se realizaban casi en el 100% de las ocasiones bajo planos y con muchísimo tiempo de antelación a la puesta de cualquier ladrillo dando un estupendo margen a la especulación.
Quien no ha ido a preguntar por una vivienda y casi a la segunda cuestión que se planteaba al señor de la inmobiliaria, este mirándote con cierto desprecio y con aires de superioridad te decían con desdén caballero esto es lo que hay, el mercado esta así y esto no lo dicto yo, y quiero además comunicarle que ya tenemos una lista de más de 1500 personas, por lo que casi tenias que estar suplicando que te tomaran nota y te apuntaran para una posible y futura compra; o quien no se a quejado en cuanto a obligarnos a pagar la totalidad de los gastos en la compraventa sin darnos opción de ningún tipo ya que previa a la formalización de cualquier contrato, ya tenias que firmar de antemano que tu corrías con la totalidad de dichos gastos.
A habido casos para todos los gustos, muchas veces ponían el cartel de próxima construcción con el respectivo nº de teléfono de contacto y ya y sin verse las caras tenias que apuntarte si te interesaba solo con la descripción que te ofrecían la amable señorita que te atendía por telefono, que tampoco era mucha ya que no te facilitaban ni memoria de calidades y mucho menos el precio de la vivienda en cuestión pero iban recogiendo llamadas y apuntando a gente con el único objetivo de que la demanda fuera mayor, por lo que cuanto mas tarde dijeran el precio y más gente hubiera apuntada en sus bases de datos mayor era el precio al que podían colocarlos.
En fin solo espero que la cordura vuelva a colocar las cosas en su sitio.
En el caso de internet, la situación no es muy diferente, ya que se constata que aquellos vendedores que no maximizan las herramientas multimedia (videos fotos) a la hora de poner sus anuncios tardan muchísimo más tiempo en desprenderse de sus pisos que los que si las utilizan.
Pero especialmente los que más están acusando el cambio de ciclo son todas aquellas inmobiliarias y promotores que operan en la costa, por lo que se están viendo más obligadas a agudizar el ingenio.
Últimamente parece que todo vale con tal de vender una vivienda y se ofrecen sin reparos suculosos descuentos sobre el precio final de venta, cheque regalos en la compra de pisos de nuevas promoción, viajes con estancias en hoteles de lujo, electrodomésticos de todo tipo y un sin fin de toda suerte de ganchos con tal de que nos vallamos satisfechos.
Ahora parece que toca desempolvar algunos conceptos que se encontraban olvidados en los cajones y estanterías desde hace más de 10 años como los de tratar de colocar precios con márgenes muy ajustados.
Que ironía verdad, con la prepotencia con la que han contado durante tantos años. Muchos de ellos esto es algo que no deja de atragantársele, ya que han empezado en el negocio justo en estos diez años y no han conocido otra cosa que la vorágine de las ventas.
Ventas que se realizaban casi en el 100% de las ocasiones bajo planos y con muchísimo tiempo de antelación a la puesta de cualquier ladrillo dando un estupendo margen a la especulación.
Quien no ha ido a preguntar por una vivienda y casi a la segunda cuestión que se planteaba al señor de la inmobiliaria, este mirándote con cierto desprecio y con aires de superioridad te decían con desdén caballero esto es lo que hay, el mercado esta así y esto no lo dicto yo, y quiero además comunicarle que ya tenemos una lista de más de 1500 personas, por lo que casi tenias que estar suplicando que te tomaran nota y te apuntaran para una posible y futura compra; o quien no se a quejado en cuanto a obligarnos a pagar la totalidad de los gastos en la compraventa sin darnos opción de ningún tipo ya que previa a la formalización de cualquier contrato, ya tenias que firmar de antemano que tu corrías con la totalidad de dichos gastos.
A habido casos para todos los gustos, muchas veces ponían el cartel de próxima construcción con el respectivo nº de teléfono de contacto y ya y sin verse las caras tenias que apuntarte si te interesaba solo con la descripción que te ofrecían la amable señorita que te atendía por telefono, que tampoco era mucha ya que no te facilitaban ni memoria de calidades y mucho menos el precio de la vivienda en cuestión pero iban recogiendo llamadas y apuntando a gente con el único objetivo de que la demanda fuera mayor, por lo que cuanto mas tarde dijeran el precio y más gente hubiera apuntada en sus bases de datos mayor era el precio al que podían colocarlos.
En fin solo espero que la cordura vuelva a colocar las cosas en su sitio.
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