Cuando empezó este boom inmobiliario, a mi me pillo a mitad de mis estudios universitarios, y claro pues como es normal era algo que empezaba a preocuparnos a todos sobre todo en lo referente a la subida de los precios, máxime cuando había muchos de nosotros que empezaban a ver con muy buenos ojos eso de independizarnos.
Tiempo después y cuando acabe mis estudios, el tema inmobiliario se había salido de madre en todos los aspectos, puesto de se habían casi duplicado los precios, en fin sabíamos que era algo que nos alejaba de nuestro sueño pero teníamos la inocente esperanza de que por todo aquello de la oferta y la demanda que nos habían explicado junto con todo aquel montón de graficas y formulas económicas que tanto dolores de cabeza nos habían dado, llegarían a equilibrar los mercados, e incluso que se daría una bajada de los precios hasta que se ajustara todo. Sin embargo veíamos con estupor que la cosa lejos de corregirse iba incrementándose, y que solo aquellos de nosotros que conseguían un puesto de trabajo con un sueldo digno, junto con la ayuda de sus padres se podían aventurar en la compra de una vivienda.
Tiempo después nos volvimos a encontrar un buen numero de amigos de aquella promoción y claro como no, y mas teniendo en cuenta la edad en la que estábamos, pues surgió de nuevo el tan manido tema. Cuando me preguntaron respondí algo con lo que no se esperaba nadie, ya que de corazón pedía que el precio de la vivienda subiera lo mas rapito posible; muchos me miraron bastante sorprendidos y me dijeron que si estaba del todo loco o mucho mas de lo normal, mi respuesta a esto, fue que la vivienda no bajaría sin que se llegase a alterar alguna de las variables importantes del mercado, y lo cierto es que el ansía de muchas personas, incluidos muchos de vosotros contribuirá a conseguirlo en muy corto plazo, ya que para ello no había mas que darse cuenta que muchas personas se encuentran tras comprar su vivienda con una falsa sensación de riqueza al entender que lo que compro por 20, hoy día vale 30.
Sin embargo, y casi ninguno de estas personas, puede salirse del mercado porque solo le supondría costes y tendrían que volver a reinvertir lo obtenido en la adquisición de una nueva vivienda, soportando nuevos costes; por tanto, el hecho de sentirse mas rico no era cierto, por lo menos no en los términos que muchos de ellos creían, aunque si bien es cierto que aquellos que más rápido entraron en el mercado inmobiliario, tuvieron menos problemas en la adquisición de la misma, ya que el precio era menor con todo lo que ello conlleva.
Pero solo serian más ricos porque tendrían menos a pagar, no porque su vivienda valiese mas que hace unos años, y en segundo lugar estaba el echo de que al subir muy rápidamente el precio de esta o al menos mas aún de lo que lo estaba haciendo llevaría a que la economía soportara fuertes tensiones inflacionistas, y que por tanto si bien los políticos de nuestro país, no estaban por la labor de controlar la situación que se vivía aquí, esto no calaría de igual forma en Europa, sobre todo dentro del máximo órgano en materia económica, al no se poderse quedar de brazos cruzados, sobre todo si en buena parte de Europa se empieza a ver fuerzas que llevarían a fuertes subidas del I.P.C y que por lo tanto el Banco Central Europeo (B.C.E) contraatacara cambiando su política acomodativa de tipos de intereses bajos y que por consiguiente se traduciría en subidas de los mismos.
Tiempo después y cuando acabe mis estudios, el tema inmobiliario se había salido de madre en todos los aspectos, puesto de se habían casi duplicado los precios, en fin sabíamos que era algo que nos alejaba de nuestro sueño pero teníamos la inocente esperanza de que por todo aquello de la oferta y la demanda que nos habían explicado junto con todo aquel montón de graficas y formulas económicas que tanto dolores de cabeza nos habían dado, llegarían a equilibrar los mercados, e incluso que se daría una bajada de los precios hasta que se ajustara todo. Sin embargo veíamos con estupor que la cosa lejos de corregirse iba incrementándose, y que solo aquellos de nosotros que conseguían un puesto de trabajo con un sueldo digno, junto con la ayuda de sus padres se podían aventurar en la compra de una vivienda.
Tiempo después nos volvimos a encontrar un buen numero de amigos de aquella promoción y claro como no, y mas teniendo en cuenta la edad en la que estábamos, pues surgió de nuevo el tan manido tema. Cuando me preguntaron respondí algo con lo que no se esperaba nadie, ya que de corazón pedía que el precio de la vivienda subiera lo mas rapito posible; muchos me miraron bastante sorprendidos y me dijeron que si estaba del todo loco o mucho mas de lo normal, mi respuesta a esto, fue que la vivienda no bajaría sin que se llegase a alterar alguna de las variables importantes del mercado, y lo cierto es que el ansía de muchas personas, incluidos muchos de vosotros contribuirá a conseguirlo en muy corto plazo, ya que para ello no había mas que darse cuenta que muchas personas se encuentran tras comprar su vivienda con una falsa sensación de riqueza al entender que lo que compro por 20, hoy día vale 30.
Sin embargo, y casi ninguno de estas personas, puede salirse del mercado porque solo le supondría costes y tendrían que volver a reinvertir lo obtenido en la adquisición de una nueva vivienda, soportando nuevos costes; por tanto, el hecho de sentirse mas rico no era cierto, por lo menos no en los términos que muchos de ellos creían, aunque si bien es cierto que aquellos que más rápido entraron en el mercado inmobiliario, tuvieron menos problemas en la adquisición de la misma, ya que el precio era menor con todo lo que ello conlleva.
Pero solo serian más ricos porque tendrían menos a pagar, no porque su vivienda valiese mas que hace unos años, y en segundo lugar estaba el echo de que al subir muy rápidamente el precio de esta o al menos mas aún de lo que lo estaba haciendo llevaría a que la economía soportara fuertes tensiones inflacionistas, y que por tanto si bien los políticos de nuestro país, no estaban por la labor de controlar la situación que se vivía aquí, esto no calaría de igual forma en Europa, sobre todo dentro del máximo órgano en materia económica, al no se poderse quedar de brazos cruzados, sobre todo si en buena parte de Europa se empieza a ver fuerzas que llevarían a fuertes subidas del I.P.C y que por lo tanto el Banco Central Europeo (B.C.E) contraatacara cambiando su política acomodativa de tipos de intereses bajos y que por consiguiente se traduciría en subidas de los mismos.
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