Los mercados financieros atraviesan un momento de su historia caracterizado por un cierto descontrol. Los inversores y los simples ciudadanos no saben qué es lo que está ocurriendo. Es más, cada nueva noticia que llega desde el frente confirma la sospecha de que se les está ocultando mucha información; nadie se libra.
Muchos analistas financieros señalan con un dedo acusador a los responsables de la Reserva Federal y del Banco Central. El origen de todo el desaguisado podría estar en una política monetaria mal diseñada y peor coordinada. Les reprochan que tanto las subidas de tipos como las bajadas están llegando tarde, mal y nunca.
mientras el BCE espera e, incluso, amenaza con nuevas subidas de los tipos de interés, Ben Bernanke sigue aprovechando cada cita para rebajar el precio del dinero de manera contundente.
En otro de los muchos frentes abiertos, los consumidores y los empresarios europeos observan con mucha preocupación como el euribor sigue imparable su racha alcista, es cuestión de días que alcance el temido 5% y encarezca notablemente la renovación de todas las hipotecas y las líneas de crédito. En los últimos dos años, los tipos han doblado.
Una de las grandes vencedoras de esta crisis podría ser, paradójicamente, la banca comercial española, para extrañeza de muchos agentes sociales. Sus beneficios han seguido creciendo con fuerza en el tercer trimestre, y ya duplican, en conjunto, los de hace tan sólo tres ejercicios. Es relativamente fácil de entender: los españoles podrían pagar en 2008 cerca de 130.000 millones de euros en intereses por los más de 2 billones de euros en préstamos concedidos.
Muchos analistas financieros señalan con un dedo acusador a los responsables de la Reserva Federal y del Banco Central. El origen de todo el desaguisado podría estar en una política monetaria mal diseñada y peor coordinada. Les reprochan que tanto las subidas de tipos como las bajadas están llegando tarde, mal y nunca.
mientras el BCE espera e, incluso, amenaza con nuevas subidas de los tipos de interés, Ben Bernanke sigue aprovechando cada cita para rebajar el precio del dinero de manera contundente.
En otro de los muchos frentes abiertos, los consumidores y los empresarios europeos observan con mucha preocupación como el euribor sigue imparable su racha alcista, es cuestión de días que alcance el temido 5% y encarezca notablemente la renovación de todas las hipotecas y las líneas de crédito. En los últimos dos años, los tipos han doblado.
Una de las grandes vencedoras de esta crisis podría ser, paradójicamente, la banca comercial española, para extrañeza de muchos agentes sociales. Sus beneficios han seguido creciendo con fuerza en el tercer trimestre, y ya duplican, en conjunto, los de hace tan sólo tres ejercicios. Es relativamente fácil de entender: los españoles podrían pagar en 2008 cerca de 130.000 millones de euros en intereses por los más de 2 billones de euros en préstamos concedidos.
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