Cualquier persona cuando acude a su banco o caja para depositar ahorros (por muy humildes que estos puedan ser), siempre debería ser exigente en cuanto a los servicios que le son prestados, por lo que tendrá que buscar un equilibrio dentro de muchos factores (comodidad, seguridad, buen trato, confianza, rentabilidad, etc), que le permitan en buena medida satisfacer el conjunto de expectativas que se ha fijado al vincularse ella.
Que duda cabe que la rentabilidad debe jugar un papel predominante en toda aquella acción que desarrollemos; especialmente si en ella interviene nuestro dinero y una entidad financiera. Por ello, no debemos dejar que dicha rentabilidad y los servicios que se nos ofrecen van decayendo con el paso del tiempo.
La mayoría de las empresas tienden en fijar sus esfuerzos hacia la captación de nuevos clientes, siendo precisamente esta política la que lleva a que los antiguos clientes, sufran una marginación; que aunque entendida de manera comedida, termina reflejándose en nuestros bolsillos .
Por tanto, para mantener y mejorar la rentabilidad de nuestros ahorros, es necesario acudir a los bancos con un gran espíritu negociador, sabiendo aprovechar las coyunturas económicas teniendo presente una buena estrategia.
Son muchos los bancos que en estos momentos, debido a la crisis que se vive en los mercados, necesitan captar nuevos capitales, especialmente en forma de pasivo. Lo que ha llevado a que se produzca casi una guerra encubierta por hacerse con nuestros ahorros (entre otras cosas con el fin de salvar sus balances, y maquillar los excesos cometidos).
Por ello, existe todo un mundo de ofertas sumergidas que no se acompañan de campañas de publicidad sino que se materializan al más puro estilo inversor de toda la vida. El interesado se acerca a su banco, le enseña al comercial la oferta del competidor o del banco online de turno y le pide una subida. Si es un buen cliente o tiene fondos atractivos, en días el banco no dudará en ofrecerla una contraoferta. Y si el cliente le aprieta puede conseguir mejoras notables.
Los analistas creen que si se quiere batir la inflación, teniendo presente que la media de rentabilidad de los depósitos se sitúa entorno al 4,3%, otra buena opción para obtener mejores rendimientos y evitar una descapitalización, sería utilizar una modalidad que podría denominarse zapping de depósitos de alta rentabilidad. Consistente en ir buscando los depósitos de alta remuneración que utilizan como gancho las distintas entidades financieras, y cuando acaben; simplemente pasarse a otra.
Que duda cabe que la rentabilidad debe jugar un papel predominante en toda aquella acción que desarrollemos; especialmente si en ella interviene nuestro dinero y una entidad financiera. Por ello, no debemos dejar que dicha rentabilidad y los servicios que se nos ofrecen van decayendo con el paso del tiempo.
La mayoría de las empresas tienden en fijar sus esfuerzos hacia la captación de nuevos clientes, siendo precisamente esta política la que lleva a que los antiguos clientes, sufran una marginación; que aunque entendida de manera comedida, termina reflejándose en nuestros bolsillos .
Por tanto, para mantener y mejorar la rentabilidad de nuestros ahorros, es necesario acudir a los bancos con un gran espíritu negociador, sabiendo aprovechar las coyunturas económicas teniendo presente una buena estrategia.
Son muchos los bancos que en estos momentos, debido a la crisis que se vive en los mercados, necesitan captar nuevos capitales, especialmente en forma de pasivo. Lo que ha llevado a que se produzca casi una guerra encubierta por hacerse con nuestros ahorros (entre otras cosas con el fin de salvar sus balances, y maquillar los excesos cometidos).
Por ello, existe todo un mundo de ofertas sumergidas que no se acompañan de campañas de publicidad sino que se materializan al más puro estilo inversor de toda la vida. El interesado se acerca a su banco, le enseña al comercial la oferta del competidor o del banco online de turno y le pide una subida. Si es un buen cliente o tiene fondos atractivos, en días el banco no dudará en ofrecerla una contraoferta. Y si el cliente le aprieta puede conseguir mejoras notables.
Los analistas creen que si se quiere batir la inflación, teniendo presente que la media de rentabilidad de los depósitos se sitúa entorno al 4,3%, otra buena opción para obtener mejores rendimientos y evitar una descapitalización, sería utilizar una modalidad que podría denominarse zapping de depósitos de alta rentabilidad. Consistente en ir buscando los depósitos de alta remuneración que utilizan como gancho las distintas entidades financieras, y cuando acaben; simplemente pasarse a otra.
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