Aunque nadie que sea sensato a estas alturas discute que la demanda de pisos se haya hundido. Hay quien de manera partidista e interesada, sigue teniendo todavía la desfachatez necesaria para seguir gritando a los cuatro vientos que lo que existe en estos momentos no es un descenso generalizado de las ventas por la desaparición de los compradores del mercado, sino que lo que existe es una enorme demanda contenida (compradores que no se atreven a dar el salto ante la incertidumbre que reina en los mercados).
Intereses aparte, lo que sí hay en estos momentos es un sobrestock enorme por colocar de viviendas nuevas, en curso o de segunda mano; que junto a la situación económica que se vive, a llevando a ralentizar el mercado inmobiliario de manera drastica. Todos los indicadores abalan que se ha producido un descenso en la construcción, especialmente de las obras destinadas a residencial.
Las dificultades para acceder a la financiación es otra de las grandes causas que explican este fenómeno (hecho que ha alcanzando a todos los estratos de este sector), y aunque puede que haya promotores pequeñitos que compran suelo al contado y construyen también al contado con beneficios de años anteriores, el grueso del disparate lo componen promotores grandes y medianos que compran el suelo a crédito y construyen también a crédito.
Muchos de los empresarios (promotores, constructores, ect...) del sector necesitan vender imperiosamente porque los intereses les están ahogando, y no pueden esperar 10 años a que el precio les alcance, por lo que tienen que empezar a liquidar pisos de alguna manera.
Pero ¿están dispuestos a hacerlo a cualquier precio?.
Intereses aparte, lo que sí hay en estos momentos es un sobrestock enorme por colocar de viviendas nuevas, en curso o de segunda mano; que junto a la situación económica que se vive, a llevando a ralentizar el mercado inmobiliario de manera drastica. Todos los indicadores abalan que se ha producido un descenso en la construcción, especialmente de las obras destinadas a residencial.
Las dificultades para acceder a la financiación es otra de las grandes causas que explican este fenómeno (hecho que ha alcanzando a todos los estratos de este sector), y aunque puede que haya promotores pequeñitos que compran suelo al contado y construyen también al contado con beneficios de años anteriores, el grueso del disparate lo componen promotores grandes y medianos que compran el suelo a crédito y construyen también a crédito.
Muchos de los empresarios (promotores, constructores, ect...) del sector necesitan vender imperiosamente porque los intereses les están ahogando, y no pueden esperar 10 años a que el precio les alcance, por lo que tienen que empezar a liquidar pisos de alguna manera.
Pero ¿están dispuestos a hacerlo a cualquier precio?.
La pregunta no es baladí y encierra mucho en cuanto a la mentalidad que existe actualmente.
Con solo echar un vistazo descubriremos posturas claramente encontradas además de todo un juego de matices, que al fin y al cabo no tiene otro objetivo más que mostrar una sutil cortina de humo.
Por eso nos encontramos por una lado agentes que sin ningún pudor empiezan a ofrecer ofertas especiales para la compra de viviendas y demás descuentos en todas sus promociones, tratando de adaptarse a las nuevas condiciones del mercado por lo que se muestran menos apegados a los monstruosos márgenes de beneficios que venían obteniendo en años anteriores. En el otro extremo tenemos aquellos agentes que niegan que exista de manera generalizada una bajada real de los precios.
Estos últimos justifican su postura de la siguiente manera:
Simplemente tu puedes creer que tu vivienda vale 300.000 €, y al final lo vendes por 220.000 €, y sin embargo ellos opinan que esto no tiene porque ser una bajada real del precio, ya que simplemente lo que ha pasado es que descubres que tus expectativas en cuanto a la valoración que se le habías otorgado al bien son totalmente irreales. Y por tanto en ningún caso se puede considerar este hecho como bajada real del precio.
Así pues, lo que si admiten es que se esta produciendo un periodo de ajuste en los mercados, con una ligera tendencia a la baja en el medio plazo.
Estos últimos justifican su postura de la siguiente manera:
Simplemente tu puedes creer que tu vivienda vale 300.000 €, y al final lo vendes por 220.000 €, y sin embargo ellos opinan que esto no tiene porque ser una bajada real del precio, ya que simplemente lo que ha pasado es que descubres que tus expectativas en cuanto a la valoración que se le habías otorgado al bien son totalmente irreales. Y por tanto en ningún caso se puede considerar este hecho como bajada real del precio.
Así pues, lo que si admiten es que se esta produciendo un periodo de ajuste en los mercados, con una ligera tendencia a la baja en el medio plazo.
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