las últimos meses no han dejado de surgir noticias sobre una posible corrección a la baja en el precio de la vivienda, en lo que en principio parece que ya es algo mas que un simple rumor a pesar de que muchos son los que tratan de quitar hierro al asunto minimizando al máximo el posible impacto que ello supondría en el conjunto del mercado, u esgrimiendo toda suerte de justificaciones en lo que parece una burda falsa sobre la realidad.
Sin embargo en los últimos días hemos asistido un tanto atónitos a las palabras del presidente de la compañía inmobiliaria valenciana Bautista Soler S.A., Bautista Soler Crespo, y socio de Joaquin Rivero en Metrovacesa, considera que el sector inmobiliario se va a enfrentar a una situación difícil, “una crisis total ”. Según el empresario, esta nueva situación puede provocar un descenso en el precio de la vivienda del orden de un 30% en los próximos años , básicamente “porque la demanda no está respondiendo”. ¿Sin embargo a que viene todo esto?, ¿nos hemos vuelto todos locos?, ¿tiran piedras contra su propio tejado?.
Hay quien piensa ya que estamos en una situación de crisis que no tiene visos de detenerse, en una fase que durara no menos de 3 o 4 años, pero sin embargo pienso que hay quienes se han dado cuenta que se le puede sacar mucho dinero a este cambio de rumbo. Lo cierto es que en las viviendas de costa el panorama esta ciertamente muy mal y para el resto del interior, cuando menos empieza a ser preocupante, y casi sin darnos cuenta, nos hemos acostumbrada a convivir con todo ese colorido que nos ofrecen los carteles de las inmobiliarias en las ventanas y balcones de nuestras ciudades y pueblos.
Pero lo cierto es que la vivienda es un bien de primera necesidad y por lo tanto siempre existirá una demanda del mismo, sin embargo en el mercado actual se ha llegado al precio máximo por encima del cual, ya es casi imposible acceder a la misma máxime si se esta suportando muchas tensiones e incertidumbres como la continuas alzas en los tipos de interés y las noticias que nos llegan del otro lado del Atlántico. Por ello cierta parte de este sector, ya que no pueden seguir vendiendo casas ni al ritmo que llevan ni sacándoles el porcentaje de beneficios que han venido obteniéndolo se quieren forrar comprándolas un 30% más baratas que hasta ahora, por ello no tienen reparo en hacer cierto tipo de declaraciones, sin embargo la solución se antoja cuando menos un poco complicada ya que de momento todas las viviendas que se encuentran comprometidas deben ser terminadas, que uniéndolas a las que no se han vendido suponen que el marcado debería absorber casi el doble de las que se vienen demandando en la actualidad. Por ello la idea de estos señores es la de dejar enfriar el mercado comprando más barato durante unos años para luego hacerlo subir más tarde.
Sin embargo en los últimos días hemos asistido un tanto atónitos a las palabras del presidente de la compañía inmobiliaria valenciana Bautista Soler S.A., Bautista Soler Crespo, y socio de Joaquin Rivero en Metrovacesa, considera que el sector inmobiliario se va a enfrentar a una situación difícil, “una crisis total ”. Según el empresario, esta nueva situación puede provocar un descenso en el precio de la vivienda del orden de un 30% en los próximos años , básicamente “porque la demanda no está respondiendo”. ¿Sin embargo a que viene todo esto?, ¿nos hemos vuelto todos locos?, ¿tiran piedras contra su propio tejado?.
Hay quien piensa ya que estamos en una situación de crisis que no tiene visos de detenerse, en una fase que durara no menos de 3 o 4 años, pero sin embargo pienso que hay quienes se han dado cuenta que se le puede sacar mucho dinero a este cambio de rumbo. Lo cierto es que en las viviendas de costa el panorama esta ciertamente muy mal y para el resto del interior, cuando menos empieza a ser preocupante, y casi sin darnos cuenta, nos hemos acostumbrada a convivir con todo ese colorido que nos ofrecen los carteles de las inmobiliarias en las ventanas y balcones de nuestras ciudades y pueblos.
Pero lo cierto es que la vivienda es un bien de primera necesidad y por lo tanto siempre existirá una demanda del mismo, sin embargo en el mercado actual se ha llegado al precio máximo por encima del cual, ya es casi imposible acceder a la misma máxime si se esta suportando muchas tensiones e incertidumbres como la continuas alzas en los tipos de interés y las noticias que nos llegan del otro lado del Atlántico. Por ello cierta parte de este sector, ya que no pueden seguir vendiendo casas ni al ritmo que llevan ni sacándoles el porcentaje de beneficios que han venido obteniéndolo se quieren forrar comprándolas un 30% más baratas que hasta ahora, por ello no tienen reparo en hacer cierto tipo de declaraciones, sin embargo la solución se antoja cuando menos un poco complicada ya que de momento todas las viviendas que se encuentran comprometidas deben ser terminadas, que uniéndolas a las que no se han vendido suponen que el marcado debería absorber casi el doble de las que se vienen demandando en la actualidad. Por ello la idea de estos señores es la de dejar enfriar el mercado comprando más barato durante unos años para luego hacerlo subir más tarde.
Eso si las personas de a pie somos las que asistimos de una forma impotente a todo este tejemaneje en los mercados, Muy pronto empezaremos a ver por las calles personas que sin saberlo y a pesar de tener propiedades inmobiliarias estarán casi muertas económicamente, ya que se esta produciendo el llamado corralito ladrillero, sin valor de transmisión alguno, y ya se sabe que lo que no se puede vender no vale nada y que añadiendo, la perdida de valor de sus activos por la bajada de los precios, y por el mero paso del tiempo o del coste de la vida, sin poder sumar ya mas alzas y teniendo presente, el coste que en caso de desinversión al que tendrían que afrontar por los impuestos y costes añadidas a la transmisiones de vienes harán que muchos vean su gozo en un pozo al ver como menguan y muchos sus expectativas de beneficios
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