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sábado, 28 de julio de 2007

Lagrimas de cocodrilo

Todos los empresarios en el sector de la construcción empiezan a llorar cuando ven que los crecimientos exponenciales a los que se han acostumbrado durante unos años se esfuman y pasan ser crecimientos mucho mas discretos, pero claro a todo el mundo le duele dejar de ganar dinero a espuertas para pasar a “solo ganar dinero”.

En ningún caso a pesar de que habrá muchas personas a quien le encantaría que a muchos de estos empresarios entraran en perdidas y lo pasaran ciertamente mal, lo cierto es que por mucho debacle financiero que se avecine ellos seguirían ganando dinero. Sin embargo, es lógico que todos los mercados se asienten de vez en cuando, es algo bueno y necesario, el inmobiliario ha gozado de un periodo dorado pero que la actividad baje posiblemente signifique que en lugar de un 200% de incremento de beneficio anual se pase a un 25% durante unos años. La sangre no llegará al río, hace falta un periodo de ajuste para que la gente recupera capacidad adquisitiva.

En el tema precios es lógico que se tienda a una uniformidad que en el caso de España, país barato en términos europeos, significa aumentos de precios en general; aunque lógicamente para que se logre este objetivo, España tiene que mejorar su productividad y su potencia económica, tiene que dejar de vivir de la subvención y meteré de lleno a recuperar terreno en I+D, creando una base sólida para que la economía crezca, posibilitando mejores salarios y una mejora en nuestras vidas.

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